Clara y mullida
es la caricia
que profesa el cuerpo
húmedo
arraigado a su seno
a su cadencia
no te muevas
quédate lejos
deja que me insinúe
oscuro
con manos peregrinas
que abrigue tu piel
silenciosa
que escurre un rubor
a mi paso
que explota y dilata
pasiones contenidas
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